Luego de una sufrida pero gran victoria frente a Cocodrilos de Caracas el ánimo era el mejor, el expreso celebraba el duro golpe que había asestado al elenco saurio y ahora el enfoque se centraba en la siguiente tarea: visitar Barquisimeto y vencer a Guaros de Lara en su terreno. Desde Valencia partía un equipo bien ensamblado gracias a los nuevos importados que se habían engranado de muy buena forma con sus compañeros en los otros compromisos y estaban preparados para afrontar una dura serie contra los larenses.

La primera parada seria el mítico Forum Plaza Arena, sitio en el cual se afinarían los detalles de un equipo mentalizado en ganar como fuese, y con el plan repasado e internalizado al pie de la letra era hora de partir al coliseo crepuscular. A medida que el momento de desembarco llegaba, el ambiente se tornaba el ideal para un encuentro que enfrentaría a los dos mejores equipos de la conferencia y de la liga. 

Uno a uno procedían a descender del autobús concentrados en la misión pautada, la mirada perdida demostraba el enfoque presente en la mente de los 12 guerreros que realizaban el calentamiento pre partido correspondiente. La música era el complemento de ese trance que sería interrumpido por el sonido de la chicharra, que indicaba que el inicio del choque de gigantes estaba por iniciar. 

Las notas del himno nacional retumbaban en un tabloncillo que había albergado la otra final disputada por estos dos grandes del baloncesto tricolor y estaba a punto de presenciar un nuevo capítulo de esta rivalidad. El respectivo saludo entre ambos equipos y los chequeos pertinentes de las pizarras, así como del balón serían el preámbulo al salto entre dos. Las bancas recibían las indicaciones finales y el pitazo del árbitro llamaba a la cancha a ambos conjuntos; Javier Carter y Jarrid Famous eran los encargados del salto inicial. Balón al aire y Carter seria el ganador.

Esperanza precoz

Los primeros minuto le sonreían al expreso azul, que aprovechaba el buen inicio de Charles Thomas para colocar el parcial 6-0 y presionar desde temprano a los de casa, sin embargo el poderío ofensivo del vigente campeón se demostraría con una embestida similar, la cual le brindaría la primera ventaja a los larenses. El show del norteamericano Aaron Harper comenzaría a producirse con cestas a diestra y siniestra que preocuparían en demasía a los carabobeños, estos se desvanecían momentáneamente del partido. 

Una sequía significativa seria la causante de la poca reacción de Trotamundos en el primer cuarto, mientras que en la acera de enfrente Guaros continuaba su ritmo desenfrenado y estaba dispuesto a sepultar a los visitantes desde el propio inicio de juego. 3:00 minutos sin anotar sería el causante de la abismal diferencia 30-15 con la cual terminaba el primer periodo. Nestor Salazar no estaba contento con lo que veía y se lo hacía saber a sus jugadores, quienes seguían desconcertados por lo que sucedía.

La charla haría reaccionar a un equipo que dejaba atrás los errores y salía a derrotar a su rival, Sir´Dominic Pointer colocaba los primeros puntos del segundo cuarto seguido de Pedro Chourio que anotaba un triple y rápidamente reducía a diez el diferencial. Acto seguido Yohanner Sifontes se encargaba de despertar a sus compañeros al convertir dos libres. Sin embargo, los importados del expreso junto a los criollos Miguel Ruiz y Anthony Perez, se encargaban de levantar a los valencianos.

Aun así, Luis Bethelmy evitaría una reacción mayor gracias a sus acostumbrados triples. El primer tiempo se iría rápidamente con una ventaja mucho menor pero aun favorable de 49-42 para Guaros de Lara; rostros de frustración por los errores y la falta de acierto eran notables en el lado carabobeño, que tendría que ajustar mucho para revertir la desfavorable situación en la que se encontraban. 

Esfuerzo perdido

Todo estaba listo para iniciar el segundo tiempo de acción, las últimas indicaciones eran impartidas por ambos entrenadores, que querían la victoria a toda costa. Rápidamente Guaros anotaría los primeros puntos del cuarto por intermedio de Jose Vargas, que sería apoyado por un triple de Aaron Harper. El comienzo no era nada prometedor para los visitantes, quienes por intermedio de Pointer y Famous continuaban con la lucha, la batalla era intensa y aun con las jugadas del foráneo Thomas y el capitán David Cubillán, era casi imposible revertir el déficit por el gran juego de los locales. 

Los esfuerzos eran increíbles y los canastos finalmente entraban mientras el costado defensivo hacía el trabajo, pero Sifontes volvería a ser protagonista con un triple luego de una pérdida y de esa manera los crepusculares recuperarían la confianza para colocarle cerrojo al tercer cuarto con la pizarra 74-63 nuevamente favorable a los larenses. 

El último periodo de juego iniciaría con la embestida final de Guaros de Lara, que estaba dispuesto a llevarse de una vez por todas el primer encuentro de la serie y así sería gracias a las anotaciones de los referentes locales, quienes reafirmaban con autoridad su condición de campeones. La esperanza poco a poco se desvanecía en Trotamundos, las fuerzas para seguir la batalla se agotaban y aunque el corazón insistía en continuar, la diferencia era demasiada y el final era claro. 

La chicharra dictaba el final y el marcador 97-79 señalaba la dolorosa derrota de un equipo carabobeño que había luchado hasta el final. Sin embargo, la fortaleza mental debía permanecer y saber que aun restaban encuentros y este era el primero de la serie. El siguiente round sería el sábado y lo que sucedió aquel día no podía repetirse.