Luego de los anuncios de los fichajes rimbombantes del último mercado de pases y de ser catalogado como «el mejor medio campo del Futve«, con nombres como Angelo Peña, Jesús Gómez o Adjin Livingstone, el equipo académico llegó a estar ubicado en el penúltimo puesto de la tabla de clasificación, con tres juegos disputados y tan solo un punto, el cual lo consiguió recibiendo a un desengranado Carabobo FC en el Estadio Metropolitano de Mérida.
Hay que reconocer que desde que salió Martín Brignani del timón rojiblanco, el equipo nunca llegó a conseguir la calidad de juego que tenían. Aun así lograron clasificarse a Copa Sudamericana en el año 2021, no obstante, pareciera haber sido una jugada del destino en lugar de una jugada dentro del campo lo que le valiera este pase internacional.
Ahora, vamos a reconocer 3 puntos claves que han marcado el declive de la institución merideña.
La interrupción de un proceso
Para una institución deportiva es de suma importancia mantener la identidad de juego que le caracteriza, y si se puede, mantener las figuras y los personajes que forman parte de ella. Aunque los últimos partidos de Brignani no fueron los mejores, las formas eran distintas, había una identidad de juego que ya estaba presente en el rojiblanco hacía más de dos años, desde que «El Enano» llegó y le dio esa tonalidad al equipo merideño.
«Sin duda, para muchos el Estudiantes de Mérida de Brignani en los años 2018, 2019 y 2020, quedará enmarcado como uno de los equipos que mejor practicó el fútbol a nivel nacional…» reza la nota de prensa oficial que anunciaba la destitución del argentino.
Parecía que el trabajo y la paciencia le devolverían los resultados tanto al argentino como al equipo, debido a que su cuerpo técnico venía trabajando también con las divisiones inferiores, sin embargo, con los problemas internos del club y la falta de resultados, se decidió cortar por lo sano la situación.
Un cuerpo técnico inexperto
Posterior a aquella Copa Libertadores 2020 y la no clasificación a torneos internacionales en el torneo normalización, se hizo oficial la llegada del entrenador Leonel Vielma para afrontar la nueva Liga Futve.
Leo Vielma venía de dirigir a Mineros de Guayana, equipo con el que había clasificado a la Copa Sudamericana del 2021, lo que le daba un respaldo para llegar a dar rumbo a una de las instituciones más grandes del país.
Con uno de los fichajes que haría más ruido en el Futve como lo fue de Álvaro «Palito» Pereira, iniciaba Estudiantes como favorito para conseguir su tercera estrella, la que tanto le ha sido esquiva, no obstante, había perdido a su creador de juego «Chiki» Meza, a sus delanteros José Rivas y Wilson Mena, además de su central que ofrecía salida, José Luis Marrufo.
Al final, no resultó en la tercera estrella (la cual conmemoraría los 50 años de la institución) sino en una clasificación a Copa Sudamericana, la cual llegó sin ejercer dominio sobre otros equipos, sin mostrar el juego característico que se había visto en años anteriores y con una nula función de su mediocampo. Para muchos una decepción.
Fichajes de muchos jugadores veteranos
Ahora, a inicio de temporada de 2022 se buscaba una plantilla que pudiera competir en el torneo, y pues, según se había comentado en radios locales, la Sudamericana iba a ser la prioridad del rojiblanco, por lo que se crearía una nómina muy amplia y extensa, que permitiera obtener dos (o hasta más) equipos titulares altamente competitivos.
Desde el primer partido, se vieron las falencias que venía arrastrando el equipo desde el cierre de la temporada pasada. Los jugadores se veían pesados y lentos respecto a las demás nóminas, con un promedio de edad de más o menos 28 años. La media de edad del mediocampo es de 32, y así es difícil hacerle frente a un fútbol tan vertical y con transiciones tan veloces como lo es nuestro Futve. Además, si a estos veteranos no se les acompaña de jugadores rápidos, el equipo se va a ver lento en contraste con otras escuadras que tienen un promedio de edad de 24 años.
Aunado a esto, la corta experiencia del Director Técnico al tener que dirigir a esta camada de futbolistas experimentados era algo complicado; manejar un camerino con tanto poderío, conducir un equipo que encima tiene unas expectativas tan altas y que tiene la «puya» de no haber ganado el torneo absoluto desde 1985, era un panorama muy difícil para Leonel Vielma, ídolo de esta institución como jugador.
La corrección se encuentra desde la gerencia, principalmente la deportiva, aunque en teoría los fichajes fueron unos movimientos muy inteligentes pensando en el juego, también hubo falencias, un Plan B a su entrenador que ya venía mostrando costuras desde la temporada anterior, tampoco se fichó un delantero letal. El fútbol venezolano es muy veloz y es un fuerte factor a tomar en cuenta.
Jesús Carnevali