Telasco Segovia: el jovencito del Deportivo Lara, el muchacho año 2003, ese que se desempeña como mediocampista en el club crepuscular y que desde la llegada de Pékerman al banquillo vinotinto, también lo hace en la selección. Aclamado por muchos, más que todo debido a su técnica y a que quizás no es el fintero, el de las gambetas, o quien se lleve todos los reflectores, pero es el del toque a primera o el de la pausa (si lo amerita la situación).
«Telasquito» puede jugar en cualquier parte del mediocampo y seguramente va rendir, sin embargo, por el centro del mismo es donde refleja más talento; ya sea en el primer cuarto de cancha creando y robando balones, como también lo puede hacer en una posición de «10», en la boca del área, moviendo a placer el balón. Sus movimientos —aunque este muchacho es mucho más veloz—, hacen recordar a «el último diez». Sí, a ese de cara triste que jugaba en La Bombonera, Juan Román Riquelme. Y es que ver jugar a Segovia hace rememorar una frase que emitió el mítico 10 de Boca: «No es que yo sea más rápido ahora, es que duro menos con el balón, eso hace que juegue más rápido. Así se juega en Europa…».
Admirar a Telasco es admirar fútbol. Él hace mover al equipo, busca el pase al que mejor esté posicionado y no busca individualidades innecesarias, sino que busca a los demás jugadores constantemente. Además, como plus a todas sus cualidades, hay que añadirle que tiene gol. Luego de descargar con sus compañeros sabe ubicarse unos pasos atrás de los atacantes, suele ser el que recibe el pase retrasado luego de un desborde, de tal manera como lo hace un tal Toni Kroos en el Real Madrid.
Las comparaciones siempre están de más, pero se pueden usar como un instrumento para evocar sus roles y movimientos en el campo. Además, hay que enaltecer el hecho de que el chamo es año 2003, y que además debutó en el año 2019, es decir, que con tan solo 16 años ya estaba disputando la Primera División de Venezuela. Hoy en día tiene 19 años y juega a otra cosa; él mismo marca las diferencias cada fin de semana en la Liga Futve, y como argumenta Román, «así se juega en Europa», ¿ese talento es nato, telasquito? ¿dónde aprendiste eso, chamo?
Hacía rato no aparecía un jugador de este calibre, uno que marcara el ritmo de juego, que fuera capaz de realizar las funciones de este muchacho, quien pareciera haber comprendido que no solo es ser portada de revista, sino la madurez de entender el juego, no pierde la concentración partido tras partido y actúa como si tuviera un mapa dibujado en la cabeza: el croquis exacto con las posiciones de su equipo y sabiendo lo que van a hacer sus compañeros. El toque de primera… como se juega en Europa…
Jesús Carnevali