El 29 de mayo de 1999 nació Christian Larotonda, un pequeño que comenzó a seguir al fútbol gracias a los partidos de su padre. Inició sus entrenamientos dos veces a la semana en el equipo de la escuela Santo Tomás de Villanueva, cuando tenía tan solo 6 años de edad.
«Desde que pisé un campo de fútbol me enamoré del deporte«, cuenta Christian, quien recuerda con sentimiento que se sintió tan motivado con las prácticas que decidió cambiar de academia para pasar más tiempo dentro de la cancha, llegando a recalar en la Escuela de Talento Franco Rizzi, donde creció futbolísticamente.
Larotonda fue fanático del Milán y del Barcelona en su niñez, lo que le llevó a cultivar el sueño de poder jugar en el conjunto rossonero. Además, en su adolescencia tenía como ídolos a Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, y al capitán de la selección de Venezuela, Tomás Rincón. En aquella etapa jugó en Estudiantes de Caracas, luego pasó al San Agustín del Paraiso, para finalmente llegar a Metropolitanos de Caracas, club que se convertiría en su hogar profesional.
Presisamente, el llamado para la pretemparada del primer equipo de Metropolitanos —en aquel momento en Segunda División— fue sorprendente para Christian. «Sabía que estaba haciendo las cosas bien, pero nunca te esperas como juvenil que te digan que estás convocado al primer equipo«. El mediocampista recuerda haber sido seleccionado para disputar la jornada inaugural, entrando al campo a falta de 30 minutos. «Cuando estaba calentando no sabía ni qué pensar, pero cuando pisas el campo la alegría es enorme«.
El sueño de la selección
Con su rendimiento en Metropolitanos, el volante se ha ganado diversos llamados a la selección nacional; afirma sentirse orgulloso y agradecido por la posibilidad de cumplir el sueño de vestir la camiseta Vinotinto. Aunado a esto, recalca que para él jugar con la selección significa un compromiso con el país, con todas las ganas de que el fútbol venezolano crezca hasta llegar a la ansiada Copa del Mundo. Chistian define el sentimiento que tiene hacia la vinotinto como «amor» y se traza metas ambiciosas, aseverando que desea ganar un título con el combinado nacional.
Por otro lado, Larotonda se llena de satisfacción y alegría al hablar del primer título de Metropolitanos en la Primera División de Venezuela, logrado en el año 2022. «Es muy importante siendo un club tan jóven, teniendo como rivales a equipos de tradición como Caracas y Táchira. Logramos algo sorprendente«. Además, señala que lo que hace especial al club violeta es la unión grupal, pues son un equipo que trabaja como una familia.
Finalmente, Christian indica que sus objetivos son trabajar fuerte para que sigan llegando los llamados a la selección, hasta lograr el mencionado título con la vinotinto, demostrar la calidad futbolística de Metropolitanos en la Copa Libertadores y buscar el segundo título con la franquicia violeta. Como añadido, se refirió a la meta de jugar en un club importante del exterior, enfocado en cumplir el anhelo del pequeño Christian que soñaba despierto en Colegio Santo Tomás de Villanueva con viajar a Italia para jugar con el Milán.